El Gobierno yemení ha anunciado una nueva ofensiva contra las milicias islamistas que se han hecho con el control de Zinjibar y otras zonas de la provincia de Abyan, en el sur del país.
En concreto, el Ministerio de Defensa ha anunciado el despliegue de un cinturón de seguridad en torno a la ciudad de Adén, puerto estratégico situado cerca de Abyan, y ha anunciado acciones militares contra las milicias tribales que atacaron oleoductos en la provincia de Maarib.
"Van a perseguir a los terroristas culpables del atentado contra los oleoductos y de haber arrastrado al país a una crisis", ha afirmado el Ministerio de Defensa.
Sin embargo, la oposición y el Gobierno se acusan mutuamente de apoyar a las milicias tribales que atacaron estos objetivos de la industria petrolera, clave para el país.
Los problemas y cortes en el suministro de agua y combustible han provocado ya importantes incidentes como los enfrentamientos que estallaron el viernes en varias gasolineras del país y que se saldaron con la muerte de tres personas y otras doce con heridas.
Mientras, las milicias tribales continúan combatiendo a las fuerzas de seguridad y este sábado han matado de sendos tiros en la cabeza a cuatro soldados de la Guardia Republicana, dirigida por el hijo del presidente, Alí Abdulá Salé, en la ciudad de Taiz, donde decenas de miles de personas están acampadas para exigir la dimisión del propio Salé.
Mientras, en Saná, con decenas de miles de manifestantes contrarios a Salé también acampadas en las calles, la oposición ha retomado el proceso interno iniciado para poner en marcha un parlamento de transición que gobierne el país aún si Salé y sus partidarios se aferran al poder.