En la presentación de las nuevas previsiones en el Consejo de Ministros de este viernes tras la aprobación de los últimos recortes, el Ejecutivo conservador ha ensalzado las reformas emprendidas, como la del Impuesto Social Único, indicando que evitarán un escenario macroeconómico peor.
Así pues, el Gobierno vaticina que la destrucción de empleo se sitúe en torno al 1,2 por ciento en 2013, en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística portugués sobre la población ocupada en el segundo trimestre de este año.
La previsión realizada por la 'troika' --conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-- rebajaba dicho aumento de la tasa de desempleo al 0,7 por ciento, menos de la mitad que las expectativas hechas públicas este viernes por Lisboa.
Asimismo, el Gobierno ha revisado las estimaciones para este año, que sitúan la destrucción de empleo una décima por encima de la anterior previsión del 4,2 por ciento, lo que equivaldría a 202.000 puestos de trabajo.
ENTRADA EN RECESIÓN
En cuanto a las cifras de crecimiento económico, del 0,2 por ciento vaticinado con anterioridad, el Ejecutivo ha señalado que Portugal podría entrar en la recesión al registrar una caída del uno por ciento del PIB en 2013.
Este sábado, más de 30 ciudades portuguesas serán escenario de multitudinarias manifestaciones contra los recortes dictados desde Bruselas bajo el lema 'A la mierda la 'troika, queremos nuestras vidas', según ha recogido el diario luso 'Publico'. Los organizadores han sostenido que serán las "mayores protestas en los últimos años, si no en décadas".
La semana pasada, Passos Coelho promulgó un duro ajuste de los salarios para todos los trabajadores portugueses del seis por ciento mediante el aumento de las cotizaciones sociales. El clamor social y político desatado llevó al primer ministro a entonar el 'mea culpa' y admitir la dureza de las medidas en su perfil en la red social Facebook.
La 'troika', sin embargo, ha elogiado los esfuerzos llevados a cabo por Lisboa y ha aceptado dar más tiempo al Gobierno portugués para acometer las reformas y los recortes pendientes para cumplir con los objetivos de déficit públicos.
Varios medios lusos informaron de que dicha reducción salarial será permanente, en contra de lo mantenido por Passos Coelho, que insiste en que será "temporal".