El analgésico del fútbol funcionó bien tras la victoria de Grecia ante Rusia, que permite a la selección de fútbol helena clasificarse para cuartos de final en la Eurocopa como segunda de su grupo. Furor con una buena noticia que hacía gritar de pasión a unos extenuados griegos. La alegría se sosegaba con el país entero pensando en las urnas, pero con un aroma de optimismo flotando en la calle. Grecia podría enfrentarse a Alemania en cuartos y eso sí supondría un estallido patrio. "Grecia puede ganar a Alemania", repiten los aficionados. La canciller alemana, Angela Merkel, es la bestia negra, a la que culpan de casi todo. Así que le tienen ganas. Es una pequeña gota de esperanza que confían en que sea el principio de algo más. El azul de los colores nacionales griegos se ha convertido en esta jornada en azul esperanza.