Guterres ha valorado los "esfuerzos locales" para asistir a las víctima del terremoto, al tiempo que ha subrayado que "Naciones Unidas está preparada para ayudar si es necesario", de acuerdo con un comunicado.
El jefe de la ONU se ha mostrado "profundamente triste por la pérdida de vidas y por el daño causado" y ha expresado sus condolencias a las víctimas, así como a los gobiernos y los pueblos de Irán e Irak.
Según el último balance, 395 personas han muerto en Irán y otras siete han fallecido en Irak, mientras que el total de damnificados en ambos países supera los 7.000.