Tal y como ha señalado el fiscal del estado de Michoacán, Jesús Montejano, los cadáveres fueron arrojados de manera simultánea, en algunos casos en grupos, en diversos puntos de la ciudad, incluyendo un estadio de fútbol y la parte trasera de un hotel.
"Empezamos a recibir las llamadas donde nos indicaban dónde se encontraban todos los cuerpos e inmediatamente nos pusimos a trabajar y procurar que los indicios se conserven para tener una buena investigación", ha asegurado Montejano.
Junto a los cadáveres, que tenían impactos de bala, aparecieron letreros en los que se les relacionaba con robos, secuestros y violaciones, según ha explicado Montejano.
Esos mensajes son una táctica frecuentemente usada por narcotraficantes para desprestigiar a sus víctimas.
En Michoacán opera el cártel de "La Familia", uno de los más importantes y violentos de México, dedicado al narcotráfico, el secuestro y la extorsión.
Además de los 21 cadáveres de Morelia, se localizaron los cuerpos de diez personas en Acapulco, en la costa del Pacífico. EPF