El suceso se produjo anoche en el complejo de King Power, un grupo empresarial cercano a la actual coalición del Gobierno y que en las últimas dos semanas ha sido citado en la prensa internacional por su oferta de compra del club de fútbol inglés Leicester City.
"El objetivo de la explosión era desestabilizar el país. La situación en Bangkok todavía es preocupante y aquellos determinados a desestabilizar el orden todavía no han abandonado la violencia", manifestó el viceprimer ministro y responsable de la seguridad, Suthep Taugsuban.
La Policía indicó que la explosión fue causada por una granada M79 lanzada desde la acera frente a donde se encuentra Siam City Hotel.
El pasado 30 de julio, una persona resultó herida grave tras estallar una granada cerca de un centro comercial de Bangkok.
El estado de excepción, que autoriza sacar al Ejército a las calles y prohibir las asambleas públicas, fue declarado el 7 de abril después de que miles de manifestantes antigubernamentales ocupasen el corazón comercial de Bangkok.
Desde el 14 de marzo al 19 de mayo, la zona central de Bangkok fue escenario de manifestaciones diarias organizadas por el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, cuyos miembros son los llamados "camisas rojas".
En ese periodo, 91 personas murieron y 1.800 resultaron heridas en las explosiones de artefactos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad relacionados con las protestas.
Los "camisas rojas", la mayoría de ellos partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, pretendían forzar la caída del Gobierno que consideran ilegítimo, porque accedió al poder mediante alianzas parlamentarias en vez de elecciones.
Las protestas concluyeron cuando el Gobierno ordenó al Ejército recuperar por la fuerza el corazón comercial de la capital.
Tailandia atraviesa una grave crisis política desde el golpe militar de 2006 que depuso a Shinawatra, quien ahora intenta desde el exilio recobrar el poder a través de sus testaferros y aliados.