Los agentes encontraron el cuerpo de una mujer de 47 años con la cabeza cortada en la región rusa de Smolensk, según recoge el Daily Mail.
"El hombre se enfadó porque su esposa cocinó una sopa sin sabor de shchi (repollo)", informó Readovka News, citando a una fuente de la ley.
Tras matar a su cónyuge, el sujeto intentó quitarse la vida, pero al final desistió, siendo detenido en su casa en Kozlovka acusado de homicidio deliberado.
Los vecinos cuentan que el hombre había perdido recientemente su trabajo y había empezado a beber. Asimismo, un informe local recoge que nadie podía recordar un comportamiento agresivo del ahora asesino de su esposa.
La policía rusa ha recordado que este es el segundo caso en menos de una semana donde las quejas por la cocina han culminado en asesinato. El primero caso fue el de una mujer que apuñaló a su marido hasta 35 veces por haber criticado su plato.