HRW denuncia las torturas cometidas por las autoridades marroquíes para obtener "confesiones falsas"

EUROPA PRESS 21/06/2013 13:36

Tras la evaluación de los cinco juicios celebrados entre 2009 y 2013 incluidos en el informe, con un total de 77 acusados, HRW ha percibido que en todos ellos los jueces habían utilizado sus confesiones como única prueba para condenarles, a pesar de haber alegado que habían sido obtenidas por medios ilegales. HRW denuncia que este tipo de actuación fomenta las prácticas ilegales como el maltrato o la tortura para obtener declaraciones falisificadas.

La legislación en Marruecos penaliza la tortura y prohíbe a los tribunales utilizar testimonios obtenidos por medios ilegales, sin embargo, en ninguno de los casos evaluados se investigaron las alegaciones de los condenados. La directora para el Norte de África y Oriente Medio de HRW, Sarah Leah Whitson, afirmó que una vez acusado se entra en un proceso injusto, "una vertiginosa carrera hacia un veredicto de culpabilidad".

El derecho a contactar con un abogado durante una detención policial también está contemplado en la Justicia marroquí, sin embargo HRW ha denunciado que ninguno de los 77 acusados en los cinco juicios evaluados por el organismo tuvo acceso a un letrado ni antes ni durante el interrogatorio.

REFORMA JUDICIAL

El rey de Marruecos, Mohamed VI, anunció en agosto de 2009 una importante inciativa para reformar el poder judicial, que se formalizó en algunos artículos de la Constitución de 2011 que garantizan los derechos de los acusados. Durante las próximas semanas se prevé también la publicación de una reforma judicial que lleva en proceso desde 2012.

Algunos de los acusados que han relatado sus casos a HRW han afirmado haber recibido patadas, bofetadas y amenazas por parte de la Policía en los interrogatorios, y haber sido obligados a firmar declaraciones sin haberlas leído.

"No siempre es fácil determinar si una confesión es falsa o no aunque el acusado lo alegue", ha explicado Whitson. "Sin embargo, cuando los jueces demuestren su voluntad y capacidad para determinarlo se podrá decir que la reforma judicial está en marcha", ha añadido.

ZAKARIA MOUMNI

El boxeador marroquí Zakaria Moumni también ha descrito cómo la Policía le obligó a firmar una declaración después de tres días de detención incomunicada durante los que recibió varias palizas. "Les dije que quería leerlo (el documento que después firmó), me vendaron los ojos, me pisaron los pies y me amenazaron. En ese momento firmé muchas cosas sin saber lo que eran", ha explicado el boxeador.

Moumni fue juzgado por dudosos cargos de fraude por un juez que ni siquiera reaccionó cuando le enseñó los moratones y las heridas. Después de escuchar la sentencia, de tres años de prisión, descubrió que lo que había firmado era una confesión detallada y una renuncia a su derecho a contactar con un abogado durante el juicio.