HRW denuncia la intervención policial durante el desalojo de Taksim y alerta de una "profunda crisis" de DDHH

EUROPA PRESS 18/06/2013 12:56

"El uso de gas lacrimógeno contra la multitud pacífica que se concentraba en el parque Gezi ha sido una muestra de desprecio para el bienestar, y de hecho para la vida, de los manifestantes y transeúntes", ha declarado Emma Sinclair Webb, la investigadora de HRW en Turquía.

"La reiterada violencia policial contra aquellas personas que están descontentas con las políticas gubernamentales ha polarizado totalmente Turquía. El Gobierno necesita urgentemente cambiar las tácticas policiales y emitir una señal clara a la moderación", ha proseguido.

Según el comunicado divulgado por la organización, durante la intervención policial en la tarde del 15 de junio, que puso fin a los 18 días de ocupación del parque Gezi, en la plaza Taksim de Estambul, la Policía había advertido a los manifestantes durante 20 minutos y una vez transcurrido ese período de tiempo, comenzó a atacar con gases lacrimógenos y balas de goma.

Poco después de que la Policía desalojase el parque, muchas personas se refugiaron en el hotel Divan, en las cercanías de la plaza. Según la ONG, hay numerosas fotografías que muestran cómo algunas de las personas que se habían refugiado en el hotel eran atendidas por los médicos a causa de las lesiones que presentaban o por la "excesiva exposición" a gases lacrimógenos.

Ismail Saymaz, un periodista del diario turco 'Radikal', ha indicado que numerosas personas se resguardaron en el hotel tras los ataques policiales. "Éramos cientos de personas: mujeres, niños, personas mayores, confinadas en un espacio reducido sin ventilación que fuimos gaseadas. Fue una experiencia desesperante. Nadie puede ayudarte y tú no puedes ayudar a nadie", ha subrayado.

"INNECESARIO Y DESPROPORCIONADO"

El uso de gas lacrimógeno en espacios cerrados y, en concreto, contra objetivos que no representan "una amenaza inminente" para el cumplimiento de la ley, viola los estándares internacionales y se considera, según el comunicado, "innecesario y desproporcionado". Su utilización puede causar "serios problemas respiratorios, náuseas y vómitos y constituye una violación de la prohibición del "trato inhumano".

Al día siguiente, las protestas continuaron por otras zonas de Estambul. Los manifestantes coreaban eslóganes en los que decían que "todo es Taksim y habrá resistencia en todas partes", a pesar de la dura represión policial, ha destacado HRW. En el barrio de Okmeydani, las fuerzas de seguridad dispararon directamente gas lacrimógeno contra Berkin Elvan, un niño de 14 años, y que en estos momentos se encuentra en estado "crítico".