El estado de Colorado permanece en alerta por el enorme fuego que está arrasando la ciudad de Colorado Springs, en la que más de 30.000 personas han tenido que abandonar sus casas. El incendio comenzó el pasado sábado y hasta el momento ha quemado más de 25.000 hectáreas de bosque y cientos de casas.
Las altas temperaturas y el viento, hicieron que el fuego se expandiese a la zona de viviendas, donde la gente con frustración observa como sus casas son arrasadas por las llamas en cuestión de segundos. Por el momento no hay constancia de víctimas mortales.
El gobernador de Colorado, John Hickenlooper, ha inspeccionado la zona afirmando:"es un espectáculo lúgubre, la destrucción es enorme".