En Ramadi, la capital de Anbar (oeste), los violentos combates entre militares y milicianos del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) se han cobrado la vida de ocho insurgentes y ocho militares han quedado heridos, según una fuente policial de la provincia.
También en Ramadi, insurgentes ataviados con uniformes militares han matado a un oficial de la policía y dos agentes. Tras el incidente, los atacantes han huido.
En esa misma provincia, tres civiles han muerto y 14 más han resultado heridos por los obuses de artillería lanzados por el Ejército en varrios barrios de Faluya, a unos 50 kilómetros de Bagdad, según fuentes sanitarias del hospital principal de la ciudad.
En la capital, Bagdad, cuatro policías resultaron heridos en el barrio de Dura, en el sur de la ciudad, según el Ministerio del Interior. Y en Diyala (este) tres personas han muerto incluidos dos niños y 19 más han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en una zona residencial de Jurf al Milih, en Baquba.
Otros tres milicianos pertenecientes al ISIS murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad iraquíes cerca de la ciudad de Udheim, a unos 60 kilómetros al norte de Baquba. Y también en Baquba un miembro de las milicias progubernamentales Sahwa ha muerto tiroteado.
Este brote de violencia se produce apenas 18 días antes de las históricas elecciones legislativas programadas para el 30 de abril, las primeras que se celebran desde la retirada de las tropas de combate estadounidense, a finales de 2011.