El pasado 29 de diciembre Naomi Musenga, madre de una niña de un año, sintió un intenso dolor en el estómago, por lo que llamó a urgencias como pudo a al espera de recibir atención médica cuanto antes. Pero lejos de toda lógica, la joven se encontró con una empleada que se rió de ella.
"Ayúdeme señora, por favor, ayúdeme, me duele mucho. Me voy a morir", espeta Musenga a duras penas en la grabación de la llamada, según indica BBC, a lo que la teleoperadora responde: "Usted va a morir, ciertamente, como todo el mundo".
"¡Si no me dices lo que está pasando, colgaré!", continúa la empleada, a lo que la joven contesta: "Tengo mucho dolor".
Finalmente la empleada del hospital le aconseja a Musenga que se ponga en contacto con otro servicio médico diferente para que estos puedan atenderla. "No puedo hacerlo por ti", aclara.
En la grabación de la llamada telefónica incluso se puede escuchar a la empleada burlándose con otra compañera de la situación.
Tras cinco horas, una equipo de ambulancias llegó a la casa de la joven, pero para entonces ya era tarde. La joven había sufrido un infarto, pero a pesar de ser trasladada al hospital, la paciente falleció debido a un "fallo multiorgánico" según apunta Le Monde.
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A pesar de que el suceso tuvo lugar en diciembre del pasado año, todo el país se ha conmocionado con el terrible fallecimiento de la joven después de que la familia haya hecho público el audio de la llamada telefónica en un sitio web local.
La ministra de Salud, Agnès Buzyn, ha apuntado en Twitter que estaba "profundamente indignada" por el caso y ha solicitado una investigación de la agencia gubernamental a cargo de salud y asuntos sociales. "Me gustaría asegurarle a su familia todo mi apoyo. Prometo que su familia obtendrá toda la información", ha aclarado.
Los hospitales de la Universidad de Estrasburgo han afirmado que la teleoperadora ha sido "suspendida administrativamente" y ha sido relegado a otras funciones que no conllevan atender llamadas telefónicas.