El objetivo es apoyar la investigación y la innovación de ideas "transformadoras" del big data aplicados a campos como la energía o la salud, de cara a ofrecer servicios como la medicina personalizada, la logística alimentaria y los análisis de predicción.
El Ejecutivo comunitario estima que con esta inversión la Unión Europea podría abarcar hasta el 30% del mercado mundial de datos, lo que se traduciría en la creación de 100.000 nuevos puestos de trabajo en el sector de aquí a 2020.