Los inspectores de Bruselas -procedentes de diversos departamentos como el de Asuntos Económicos, Competencia o Servicios Financieros- han ido llegando a España de forma escalonada durante los últimos días y comenzarán a trabajar este miércoles en contacto con técnicos del Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional, según han informado fuentes comunitarias.
Los países de la eurozona han encargado al Ejecutivo comunitario que haga su propio análisis sobre el sector financiero español y que redacte el pliego de condiciones, que incluirán planes de reestructuración para las entidades que reciban ayuda y un refuerzo del sistema de supervisión para el conjunto de bancos españoles, según ha dicho el vicepresidente de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
El objetivo es que el memorándum pueda firmarse en el Eurogrupo que se celebrará el 9 de julio, aunque la Comisión ya ha dado a entender que podría retrasarse.
Los ministros de Economía de la eurozona discuten precisamente este miércoles por teleconferencia sobre el rescate bancario de España.
El Ejecutivo comunitario admite que la prima de riesgo que están pagando España e Italia para financiarse "no se puede sostener a largo plazo", pero no prevé nuevas medidas para apoyar a los dos países más allá de los instrumentos existentes.
En primer lugar, Bruselas espera que Madrid y Roma cumplan los compromisos adquiridos en materia de ajustes y reformas para recuperar la confianza. Y también recuerda que existen ya instrumentos en la eurozona "que permiten apoyar a países que aún cumpliendo sus compromisos están sometidos a fuertes presiones de los mercados" interviniendo en los mercados de deuda.
No obstante, resalta que estas intervenciones deben ser solicitadas por los países afectados y están sujetas a condiciones de política económica.
España e Italia piden que el fondo de rescate intervenga de forma automática y sin condiciones y volverán a plantear esta cuestión en la cumbre que empieza este jueves.