Durante el fin de semana, un total de 57 personas que se encontraban en un concierto de música electrónica en el festival tuvieron que ser hospitalizadas. Dos de ellas, dos jóvenes de 21 y 22 años, murieron, según informa el diario 'The Tampa Bay'.
El alcalde de la ciudad, Bob Buckhorn, ha ordenado una investigación para averiguar qué ocurrió en el festival y ver si existe alguna relación con el consumo de drogas. Independientemente del resultado de la investigación, que se acaba de iniciar, Buckhorn ha declarado que espera que sea la última edición que se celebra en Tampa.
La madre de una de las fallecidas asegura que su hija nunca había consumido drogas y que cree que alguien le habría metido algo en su bebida.
"Claramente es un acontecimiento que como comunidad tenemos que reconsiderar", ha indicado Buckhorn. "No es el tipo de acto por el que Tampa quiere ser conocido", a añadido.
Los promotores del festival, que no han hecho comentarios públicos al respecto, han difundido un comunicado en el que aseguran que la seguridad es su "máxima prioridad". "Cualquier muerte es una tragedia y extendemos nuestras más profundas condolencias a las familias y amigos de los afectados", han indicado.
Sin embargo, ya que la investigación está en curso, el 'Sunset' ha asegurado que "no hará más comentarios al respecto". Las autoridades médicas están realizando un examen toxicológico de las dos fallecidas, cuyos resultados no se conocerán hasta dentro de entre seis y ocho semanas.