En una carta enviada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el embajador iraní ante el organismo internacional, Gholam Alí Joshru, ha detallado que el edificio ha sufrido daños a causa de un bombardeo perpetrado el 25 de mayo. El otro bombardeo ocurrió el 20 de abril.
"Me gustaría advertir de que la repetición de ataques similares cerca de la representación diplomática de mi país en el futuro podría tener graves consecuencias, incluidas aquellas relacionadas con la seguridad de los diplomáticos iraníes en Saná", ha dicho, según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
El Gobierno de Irán ha respaldado públicamente las aspiraciones de los rebeldes huthis, que llevaron a dimitir al presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.
Arabia Saudí asumió el pasado mes de marzo el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a otros nueve países de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.