Unos 200.000 iraquíes logran volver a sus tierras por primera vez en dos años

EUROPA PRESS 22/12/2016 20:59

En las zonas rurales, los milicianos de negro inutilizaron las granjas con las que la población local se ganaba la vida. Destruyeron los canales de irrigación y otras estructuras agrarias y sembraron de minas el territorio.

La FAO ha puesto en marcha un programa para recuperar 35.000 hectáreas en Mosul y otras ciudades del norte de Irak de donde las fuerzas gubernamentales, apoyadas por milicias chiíes y la coalición internacional que lidera Estados Unidos, han echado a los terroristas.

A través de un programa de "trabajo por dinero" la FAO ha logrado implicar a la propia población local en las tareas de limpieza y reconstrucción, si bien el desminado ha quedado a cargo de una empresa especializada.

"Recogemos escombros y los acumulamos en montones. Cada cuatro montones los movemos con una excavadora", ha contado Ahmed Mohamed, de 23 años y con tres hijos. "Mi hermano era agricultor aquí (...) Solía cultivar trigo y cebada en invierno y vegetales en otras épocas", ha recordado.

El programa tiene una doble finalidad: ayudar a las familias vulnerables que desde 2014 carecen de ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas --unas 3.000 personas-- y recuperar el medio de vida de la región.

"Devolver a esta gente la capacidad de cultivar y comerciar no solo es importante para su seguridad alimentaria, sino también para garantizar la prosperidad y una paz duradera", ha subrayado Fadel El Zubi, representante de la FAO en Irak.

Los agricultores del fértil valle de Nínive solían exportar sus cosechas a la vecina Siria y otros países de la región, además de abastecer a los iraquíes de otras zonas del país. Ahora dependen de los cultivos importados.

La guerra contra el Estado Islámico ha obligado a unos 3,4 millones de iraquíes a abandonar sus hogares y ha causado pérdidas económicas estimadas en 35.000 millones de dólares, según cálculos del Gobierno de Haider al Abadi.