El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya advirtió de que respondería con "mano de hierro" a la escalada de violencia y anunció la inminente demolición de viviendas de los atacantes. La advertencia se ha traducido este jueves en órdenes concretas que afectan a cuatro palestinos residentes en Jerusalén Este, según el periódico 'Haaretz'.
La orden afectará a las viviendas de Ghassan y Oday Abu Jamal, responsables del ataque contra la sinagoga en el que murieron cinco personas, a la de Ibrahim al Akri, que mató este mes a dos personas tras arrollar con su coche a un grupo junto al tranvía en Jerusalén, y la de Muataz Hijazi, acusado de tirotear al ultranacionalista Yehuda Glick.
Las autoridades israelíes han dado a las familias de estas cuatro personas 48 horas de plazo para presentar un recurso contra las demoliciones, con las que el Gobierno de Netanyahu espera disuadir a otros potenciales "terroristas". El miércoles, equipos del Ejército derruyeron la vivienda de otro palestino que estampó su coche contra una estación de tranvía en Jerusalén en octubre.