La célula operaba en el área de la localidad cisjordana de Nablús y había reclutado a cuatro terroristas suicidas para perpetrar atentados en Haifa, Jerusalén y paradas de autobuses de otras ciudades.
Las investigaciones han revelado que la célula había fabricado siete kilogramos de explosivos y poseía rifles de asalto, según el Shin Bet.
Los miembros de la célula contaron con la ayuda de una red de cómplices que daba apoyo en la producción y escondite de los explosivos, la compra de armas, la ocultación de sospechosos y la entrega de dinero.
"La investigación del Shin Bet descubrió una célula de Hamás bien organizada y estructurada. De no haber sido descubierta, habría llevado a cabo graves atentados", ha dicho un alto cargo del organismo.
"Esta investigación revela, una vez más, los esfuerzos de Hamás para crear una infraestructura terrorista en Judea y Samaria --nombre bíblico de Cisjordania-- para llevar a cabo ataques contra israelíes", ha remachado.