El Servicio de Prisiones de Israel (IPS) no se ha pronunciado sobre la decisión que, según el citado diario, tendría como objetivo presionar a la formación islamista para que entre en conversaciones sobre la entrega de Abera Mengistu y los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en 2014 en la ofensiva contra la Franja de Gaza.
El comité para prisioneros afiliados a Hamás en Israel ha criticado la decisión, afirmando que se trata de una "declaración de guerra" contra la formación islamista y prometiendo "responder", sin dar más detalles, tal y como ha recogido la agencia palestina de noticias Maan.