Minutos después de las tres de la madrugada en Japón el suelo ha empezado a temblar con tanta fuerza que ha provocado un gran apagón en la isla de Hokkaido dejando a tres millones de personas sin electricidad.
Un terremoto de 6,7 grados de magnitud con epicentro cerca de la ciudad de Sapporo y a unos 40 kilómetros de profundidad ha sacudido todo el norte del país. El balance hasta ahora confirmado por el Gobierno es de siete muertos, 200 heridos y al menos 30 desaparecidos.
El seísmo ha provocado deslizamientos de tierra que se han tragado casas enteras. Una de las zonas más afectadas por los deslizamientos es la localidad de Atsuma, donde residen los 30 desaparecidos, según ha recogido la cadena de televisión pública japonesa NHK.
Medios locales han indicado que se han registrado apagones en varias zonas, así como carreteras bloqueadas. Las líneas de tren han cancelado sus servicios en algunas áreas de Hokkaido.
La planta nuclear de Tomari ha sufrido un corte del suministro eléctrico, tal y como ha explicado el portavoz del Gobierno Yoshihide Suga, que ha hecho hincapié en que no se han producido irregularidades en los niveles de radiación de la planta, que lleva cerrada desde el fuerte terremoto que tuvo lugar en 2011.
Las autoridades han informado de que se ha registrado un incendio en la fábrica de Mitsubishi de la localidad de Muroran, el cual se encuentra ya bajo control. El principal aeropuerto de la isla también se ha visto gravemente afectado por derrumbes e inundaciones, por lo que permanecerá cerrado al menos hasta el jueves.
El primer ministro japonés, Shinzō Abe, ha confirmado que hay cuatro mil soldados que se van a desplegar para participar en las labores de rescate.
Poco después hubo una réplica de 5,3 grados y los temblores no han cesado durante toda la madrugada, aunque de momento no se ha activado la alerta de Tsunami.
Una nueva catástrofe que se produce apenas 24 horas después del paso de Jebi, el tifón más devastador que ha sufrido el país en 25 años que ha dejado 11 muertos y 300 heridos.