Al Jarba asistirá a la Asamblea General de la ONU para abordar el conflicto sirio con la comunidad internacional

EUROPA PRESS 24/09/2013 01:14

Al Jarba encabezará una delegación de "alto nivel" que acudirá a la ceremonia de apertura para "hablar de Siria en reuniones bilaterales y multilaterales con los líderes mundiales", según ha informado la CNFORS en un comunicado.

En estos momentos, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas intentan llegar a un acuerdo para concretar la entrega y la destrucción de las armas químicas de Siria y las sanciones que se aplicarán en caso de incumplimiento.

Parten del acuerdo alcanzado el 14 de septiembre por Estados Unidos y Rusia para el desarme químico de Siria, según el cual el Gobierno debe informar detalladamente de su arsenal para que la comunidad internacional lo verifique y destruya en un proceso que debería acabar en 2014.

En una entrevista concedida el pasado jueves a la cadena estadounidense Fox, el presidente sirio, Bashar al Assad anunció su compromiso para entregar y destruir las armas químicas, aunque advirtió de que llevará un año y costará unos 1.000 millones de dólares.

Este acuerdo ha conseguido frenar temporalmente una intervención militar en Siria para responder al uso de armas químicas, que parecía inminente. No obstante, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha subrayado que aún contempla esta opción, si la vía diplomática fracasa.

INFORME DE LA ONU

Un grupo de expertos de Naciones Unidas liderados por el sueco Ake Sellstrom llegó a Siria a finales de agosto para investigar el supuesto uso de armas químicas en la guerra civil, después de que el Gobierno diera su visto bueno tras meses de negativa.

Aunque las denuncias sobre el supuesto uso de armas químicas comenzaron en marzo, el engranaje de la política internacional se activó a causa del ataque perpetrado el 21 de agosto con gas sarín sobre los suburbios del este de Damasco, que dejó miles de muertos y heridos.

En su informe los inspectores de la ONU confirman el uso a "gran escala" de gas sarín en Siria, basándose en los síntomas de las víctimas --pérdida del conocimiento, irritación de los ojos, vómitos, asfixia y convulsiones-- y en las muestras de pelo, sangre y orina.

Además, aunque no detallan la autoría, porque ese no era su cometido, especifican que el gas sarín fue lanzado desde cohetes tierra-tierra aprovechando unas condiciones meteorológicas ventajosas, de acuerdo con "pruebas claras y convincentes".

Desde que comenzó la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, más de 110.000 personas han muerto a causa de los combates y más de seis millones de personas, incluidos un millón de niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares.