Según cuenta Dailymail, su sorpresa fue mayúscula cuando nació Pyton, una maravillosa niña de piel oscura, pelo ensortijado y de raza mestiza.
Ahora, cuando la niña ya tiene dos años, Jennifer ha demandado al banco de semen al que acusan de haber mezclado semen de hombres de diferentes razas entre los tubos de esperma que les remitió. Y es que el Midwest envió seis viales de semen para su inseminación, cada uno de ellos por un valor de 400 dólares. Un dinero que la entidad ya ha aceptado devolver a la pareja.
Pero la demanda va más allá. Jennifer se queja de que su familia y la comunidad en la que viven, Cook, son abiertamenente racistas. Incluso reconoce que "sus conocimientos culturales de la comunidad afroamericana son limitados".
Para justificar su demanda, aduce que gran parte de su familia es racista y que un tío hace abiertamente comentarios racistas de forma continuada. Además, ellos llevan mal su homosexualidad y le piden que trate de ocultarla cuando estén juntos.
Pese a todo, Jennifer y Amanda aman a su hija Pyton con locura y aunque tienen buenos trabajos, están considerando mudarse a una zona más diversa y tolerante que la actual.