¿Por qué Biden aún no está en la Casa Blanca si ya ganó las elecciones?

  • Hasta el 20 de enero, aún hay un largo camino de fechas clave para que Biden entre como inquilino de la Casa Blanca

El pasado de 3 de noviembre Joe Biden fue el ganador de las elecciones presidenciales pero eso no le ha convertido aún en el 46 presidente de los Estados Unidos. Para ello tiene que recorrer aún un camino con varias fechas clave, en diciembre, que pasan por garantizar el fin del escrutinio de votos, la certificación de estos por el colegio electoral y la toma de posesión del cargo, que tendrá lugar el próximo 20 de enero.

A pesar de las acusaciones de fraude por parte de Trump, que a día de hoy aún no ha reconocido la victoria de Biden, este consiguió 306 votos electorales por 232 de su oponente. Y además ha visto reconocida su victoria en los tribunales, que uno a uno han ido tumbando las demandas interpuestas en varios estados clave por parte del republicano.

Retraso en el traspaso de poder

Durante este tiempo, el equipo del presidente electo se ha estado preparado para su entrada en la casa Blanca, a pesar de la falta de fondos federales para ello, que acaban de ser desbloqueados solo hace unos días por la jefa de la Administración de Asuntos Generales, Emily Murphy. Ello ha provocado un retraso importante en el acceso del nuevo equipo a los informes de seguridad del país así como a la organización de la lucha contra la pandemia que, en estos momentos, ha causado casi 270.000 muertos en el país.

Pero el equipo de Biden finalmente ha accedido a los más de 7 millones de dólares y se ha puesto en marcha no sólo en la lucha contra la pandemia y en la garantía de la seguridad nacional sino con el nombramiento de las personas que forman parte de su gabinete personal, el equipo económico que llevará las riendas del país y el equipo de comunicación de la Casa Blanca, entre otros.

8 de diciembre

En esta situación la nueva administración se encamina hacia la fecha límite para que cada uno de los estados del país norteamericano declaren como definitivos los resultados que, hasta el momento, son provisionales. Esa fecha, el 8 de diciembre, el recuento de todos los votos tendrá que haber finalizado en unas elecciones que, de forma inusual por la pandemia, sufrió un retraso en el escrutinio debido al gran número de voto por correo.

A este retraso también han contribuido las impugnaciones y recuentos a los que las papeletas se han visto sometidas en algunos estados, bien en base a las leyes de cada uno de ellos o a las demandas interpuestas por el equipo legal de Donald Trump, que ha denunciado fraude electoral en algunos sitios clave. Sea cual sea el resultado final, cada estado deberá tenerlo claro para esta fecha.

14 y 23 de diciembre

Siete días después llegará el momento en el que los delegados de cada estado, en representación de los ciudadanos, votarán al candidato que haya resultado ganador del voto popular. En aquellos sitios donde haya ganando el Partido Republicano, sus delegados tendrán que votar por Trump, al igual que los demócratas lo harán por Biden. Así, el candidato que más votos haya recibido de los estadounidenses en cada estado será el que se lleve todos votos electorales de dicho estado, a excepción de Maine y Nebraska, que tienen un sistema ligeramente diferente.

De esta manera, el 14 de diciembre se conocerán los 538 votos electorales de todo el país con el número de senadores y representantes en el Congreso de cada partido. Si algún delegado votara en contra del representante de su partido, lo que ya ha ocurrido en alguna ocasión bajo el nombre de “delegados infieles”, se pondrían en marcha las sanciones que para ello tienen 33 de los 50 estados del país más el Distrito de Columbia, donde se ubica la ciudad de Washington. Dichas sanciones van desde el reemplazo del delegado en cuestión a una multa por no respetar lo establecido legalmente.

Después de que el Colegio Electoral haya hecho el recuento de votos, del candidato ganador por cada estado, deberá enviar esta información a través de seis certificados oficiales con la firma de cada gobernador y el sello de cada estado a varias autoridades, entre las que se encuentran el responsable del Senado y el jefe de los Archivos Nacionales de los Estados Unidos. La fecha límite de entrega será el 23 de diciembre.

6 de enero

Una vez recibidos todos los votos electorales el Congreso y el Senado se reunirán en sesión conjunta para hacer un nuevo recuento de los votos del Colegio Electoral. En cuanto uno de los candidatos supere los 270 votos electorales, el presidente del Senado anunciará por fin al ganador de las elecciones presidenciales de 2020. En este caso, quien lo anunciará será el actual vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence. Si ningún candidato alcanzara los 270 votos electorales, sería la Cámara de Representantes quien tendría que votar por uno de los candidatos siguiendo lo establecido en la duodécima enmienda de la Constitución .

En el caso de que hubiera alguien del Congreso que se opusiera a los resultados de algún estado, se podría hacer una objeción por escrito que debería ser presentada por un miembro del Cámara de Representantes y otro del Senado. Una vez que se comprobara que la objeción cumple todos los requisitos, cada una de las cámaras se reuniría para aceptarla o rechazarla, previa votación, pero sería necesaria la aprobación de ambas cámaras para conseguir excluir los votos impugnados.

20 de enero

Y así se llegaría al día de la toma de posesión de los cargos de presidente y vicepresidente de los Estados Unidos. El 20 de enero de 2021, al mediodía, Biden y Harris prestarían juramento. Posteriormente Donald John Trump, como presidente saliente, deberá dar la bienvenida a Joseph Robinette Biden, como presidente entrante a la Casa Blanca, lo que daría lugar al inicio de una nueva legislatura. Algo que aún parece muy lejano en este año 2020 en el que las elecciones presidenciales han sido de todo menos convencionales y en el que el trayecto hacia la presidencia no está siendo precisamente un camino de rosas.