Sophie Hall, de 22 años, fue una de las 22 víctimas del ataque con ácido en un club nocturno en Dalston (Londres) en abril de 2017. Su autor, Arthur Collins, fue condenado a 20 años de prisión.
Tras varios meses de expectación mediática, Hall ha encontrado una forma de poder hacer frente y superar lo sucedido durante el ataque. El ácido rociado por Collins provocó en la joven varias quemaduras y cicatrices en su rostro y brazos.
Ahora, la víctima ha manifestado su deseo de "reconstruir su vida" y seguir adelante; así como de servir de ejemplo, según ha comentado en el programa Good Morning Britain.
Y lo ha hecho presentándose a un concurso de belleza en Inglaterra: "Quería tener un impacto positivo y tal vez inspirar a las personas, y no solo aumentar mi confianza, sino ayudar a otras víctimas, que pueden estar pasando por un momento difícil, que aún pueden seguir y lograr cosas fantásticas".
Aunque las lesiones provocadas por el ataque ya no son tan visibles desde el exterior, Hall ha destacada el impacto que tuvo aquel incidente en su vida cotidiana: "Es una cicatriz mental, así como física. No creo que algunas personas se den cuenta, porque dicen 'oh, ahora estás absolutamente bien'. Pero no lo estás".