La historia es aún más terrible de lo que a primera vista parece. Iryna, que así se llamaba la joven se dirigía a visitar a su madre enferma en un hospital de Olevsk, en el norte de Ucrania, y olvidó la cartera por la urgencia. Ese olvido le costó la vida porque el conductor del bus que debía tomar para llegar al hospital, llamado Oleg, se negó a dejarla entrar en el mismo si no pagaba los 78 céntimos del billete. Poco le importó que en la calle los termómetros estuvieran en -20ºC y que la hora, las cuatro de la mañana, dejara a la intemperie a la muchacha.
Según informan los medios locales, Iryna comenzó a caminar por el oscuro camino rural e intentó tomar un atajo a través de un bosque. Pero se perdió por el camino y finalmente tropezó para caer en un pozo donde se congeló hasta morir.
La portavoz de la policía, Alla Vashchenko, ha señalado que se ha iniciado una investigación criminal y que, según el examen médico forense, la muerte de la víctima fue causada por hipotermia de órganos internos. "Las personas involucradas están siendo interrogadas por la policía", ha añadido. Así, el chófer que dijo no a dejar entrar en el bus a la muchacha por 78 céntimos se podría enfrentar hasta a cinco años de prisión si es declarado culpable.