Gefra Lunsmann, la filipina de origen estadounidense secuestrada el pasado mes de julio en la ciudad filipina de Zamboanga, ubicada en el sur del país, donde operan grupos vinculados a Al Qaeda, ha sido liberada, según ha informado la Policía, aunque su hijo permanece retenido.
Lunsmann ha sido localizada alrededor de las 22.00 horas del domingo (16.00 horas en España) deambulando visiblemente aturdida por las afueras de la ciudad de Maluso, ubicada en la isla de Basilán. "Estaba muy contenta de vernos, pero parecía débil", ha dicho el inspector jefe, Dinar Hassan.
Las autoridades filipinas han presentado en una rueda de prensa a Lunsmann, que vestía una gorra de béisbol blanca y una camiseta oscura. La mujer ha permanecido en silencio hasta que ha abandonado la sala, acompañada por agentes de seguridad, también estadounidenses.
El alcalde de la ciudad de Zamboanga, Celso Lobregat, ha informado de que a lo largo de estos tres meses los secuestradores han estado en contacto con el marido de Lunsmann, un ciudadano alemán, aunque se desconoce si su liberación se ha producido tras el pago de un rescate.
Además, el edil ha confirmado que, pese a la información recibida en un primer momento, parece que Kevin Eric, el hijo de Lunsmann, continúa secuestrado.
Ambos fueron capturados el pasado 12 de julio cuando se encontraban de vacaciones en un complejo turístico de la isla de Tictabón, cercano a la ciudad portuaria de Zamboanga, desde donde les trasladaron a la jungla de Basilán.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del secuestro, no obstante, las autoridades filipinas sospechan que es obra de los milicianos de Abu Sayyaf, grupo de separatistas musulmanes vinculado a Al Qaeda que actúa en el sur del país.
En junio, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia advirtieron a sus ciudadanos en contra de viajar al sur de Filipinas, particularmente a complejos turísticos de Basilán, Jolo y Tawi-Tawi, por el riesgo de sufrir un ataque.