La mujer trasladó los cuerpos de sus hijos muertos en su coche, les prendió fuego y los ocultó en un almacén abandonado. La autora confesa le dijo a la policía que no podía mantener a sus hijos. Una vez detenida y trasladada a prisión, pidió perdón por lo sucedido.
Los bomberos encontraron los cuerpos de los pequeños carbonizados, confundiéndolo previamente con el cadáver de un perro. Estaban en muy mal estado, lo que dificultó su identificación, y parecían haber sido transportados en una maleta.
"Lo siento mucho por lo sucedido. Ni siquiera sé cómo pude hacerlo", confesó Elena Karimova. Metro apunta que fueron sus problemas financieros los causantes de la tragedia. A pesar de que sus gastos decían lo contrario, la madre dio otros motivos ante el tribunal:" Viví con mi esposo, y luego nos divorciamos y se hizo difícil criar niños".