El grupo argentino de derechos humanos Madres de la Plaza de Mayo finalizó una marcha de resistencia de 24 horas en Buenos Aires, este sábado 30 de noviembre, para marcar el final de la presidencia conservadora de Mauricio Macri y anunciar al presidente electo de centro-izquierda Alberto Fernández.
Este grupo de mujeres mayores ha estado haciendo campaña pacíficamente por la justicia, la memoria y la reparación, desde la década de 1970, tras la desaparición de sus hijos –y sus asesinatos- durante la brutal dictadura del país. Trabajan para reunir a miembros de familias de izquierdas, separados y perseguidos durante la dictadura. Junto a su grupo hermano, las Abuelas de la Plaza de Mayo, han reunido a casi 120 familias.
Marchando con una pancarta que ensalza las virtudes del amor sobre el odio. Las Madres de la Plaza de Mayo han estado tradicionalmente alineadas políticamente con las facciones peronistas en Argentina. Luego, el presidente peronista Néstor Kirchner comenzó un período de juicios de derechos humanos contra los líderes militares, cuando los presidentes anteriores habían indultado a los líderes. Ahora que Fernández está listo para tomar el poder en la Casa Rosada junto con su vicepresidenta electa, Cristina Fernández, las Madres de la Plaza de Mayo están dando la bienvenida al cambio político en Argentina.