La ONU calcula que hay unos 175.000 refugiados procedentes de Malí en Argelia, Burkina Faso, Mauritania y Níger. Dentro de este total se incluyen 37.530 personas que han abandonado la zona norte maliense desde el pasado mes de enero.
Los brotes de violencia que siguen registrándose en Malí, escenario de combates entre militares e islamistas, y el temor a posibles represalias ha llevado a 5.600 malienses a escapar en la última semana hacia Níger.
Estos refugiados, en su mayoría mujeres y niños, proceden de las regiones de Kidal y Menaka y han llegado a los campos de Mentes y Midal a pie o en burro. Mentes está situado a unos 920 kilómetros de Niamey y a 420 de Tahoua, donde ACNUR acoge a unos 17.000 refugiados malienses.
Un portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, ha advertido en un comunicado de que "las condiciones de recepción son muy precarias" y ha puesto como ejemplo que "el único agua disponible" contiene barro y procede de piscinas. "No hay instalaciones sanitarias disponibles", ha añadido.
La agencia de Naciones Unidas estudia reubicar a los refugiados en Midal. De esta forma, "podemos ayudarles mejor", ha justificado Edwards, que también ha confirmado que ACNUR está incrementando su personal y recursos en estas zonas.