Según el Indicador Democrático del IDC, el descontento en el país norteafricano ha alcanzado un nivel sin precedentes "desde la era faraónica". El Centro ha recopilado los datos desde el 1 de julio de 2012 hasta el 20 de junio de 2013. Durante el último año de Mubarak al frente del país, se produjeron 176 manifestaciones al mes, mientras que en 2013 el número de protestas al mes ha ascendido a 1.140.
Durante la primera mitad del primer año del mandato de Mursi, se producían al mes unas 500 manifestaciones, mientras que en la segunda mitad tuvieron lugar cerca de 1.140 protestas al mes. Según el IDF, el punto álgido del descontento ciudadano podría producirse el próxima 30 de junio ya que la oposición ha convocado manifestaciones antigubernamentales masivas.
La capital del país, El Cairo, ha sido el lugar donde se han producido más manifestaciones, seguida por las ciudades de Gharbiya y Sharqiya, en el delta del Nilo, y de Alejandría.
"Las categorías que participaron en las protestas reflejan la hostilidad del régimen actual hacia casi todos los sectores de la sociedad egipcia", ha afirmado el IDC. El 67 por ciento de las manifestaciones se hicieron para protestar por la situación económica y social del país, y el 49 por ciento estaban relacionadas con demandas laborales.
Según el Indicador Democrático, los manifestantes han solicitado también mejores viviendas y mejores servicios públicos y han protestado por la escasez de pan, combustible y electricidad. Los intentos del régimen de Mursi por consolidar su control sobre la burocracia estatal, por marginar a la oposición política y por reducir las libertades, han causado el 31 por ciento de las manifestaciones.
Según el IDC, los egipcios han utilizado 62 métodos innovadores para expresar su descontento, algunos pacíficos y otros violentos. Entre ellos figuran las huelgas (1.013 en un año), las manifestaciones (811), las marchas (503), las cadenas humanas (80), entre otros. En el 16 por ciento de las protestas, los manifestantes recurrieron al bloqueo de las carreteras.
El Centro ha afirmado que la frustración pública y el descontento con las políticas del régimen han creado un terreno fértil para que las manifestaciones antigubernamentales del 30 de junio degeneren en violencia.
El IDC ha aconsejado a los organizadores de las manifestaciones que tomen todas las medidas necesarias para disminuir el riesgo de enfrentamientos violentos. Asimismo, ha instado al presidente egipcio a dimitir antes del 30 de junio, debido a la indignación a la que se enfrenta.
Está previsto que ese día se produzcan también contramanifestaciones en apoyo a Mursi, lo que aumenta los temores de que se puedan producir incidentes violentos.