Una vez llegaron a Vigo, los tripulantes fueron conducidos a una sala reservada en la que les esperaban sus familiares, así como diversas autoridades, encabezadas por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.
En Vizcaya, las cámaras no han podido grabar a los pescadores. Mientras el pasaje del vuelo Madrid-Bilbao salía por el lugar habitual, los cinco marineros han sido trasladados a la sala de autoridades del aeropuerto, donde les esperan sus familias, sin que fueran vistos por los medios de comunicación.
Además de las familias, los cinco tripulantes han sido recibidos por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, el consejero vasco de Agricultura y Pesca, Gonzalo Saez de Samaniego, y responsables de la empresa armadora.
Cansados pero aliviados
Los pescadores gallegos han declarado estar cansados pero aliviados de poder ver a sus familias tras la dura experiencia vivida: "Pensamos que no volveríamos a ver esta tierra", ha dicho uno de ellos.
El contramaestre del atunero, Ángel Fernández, ha hablado a la prensa para contar los momentos más duros de la experiencia: cuando fueron asaltados mientras cenaban y, al final, antes de la liberación, momento en que fueron echados a tierra y amenazados, por lo que pensaron que nunca volverían a ver Galicia.
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