Marruecos sigue esperando un “gesto” del otro lado del Estrecho

  • Las autoridades marroquíes quieren de las españolas “una aclaración, sin ambigüedades, de sus elecciones, decisiones y posiciones” respecto al Sáhara Occidental

  • Los Ministerios marroquíes de Exteriores e Interior anuncian sorpresivamente que “aceptarán el retorno de los menores no acompañados” desde España

La crisis Rabat-Madrid toca fondo. Nuevo cruce de mensajes entre las dos administraciones –con dos comunicados del Ministerio de Exteriores marroquí y declaraciones del presidente Sánchez y dos de sus ministros en unas pocas horas- dos semanas después de la avalancha de llegadas a Ceuta. Declaración este martes ante el juez del líder del Frente Polisario. El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional aseguraba que “no hay indicio de delito ninguno contra el líder del Frente Polisario Brahim Ghali, así que podrá dejar España cuando se recupere”. El magistrado no le impone medidas cautelares.

Aparentemente la situación no tiene visos de cambio y está cada vez más empantanada. O no: la portavoz del Gobierno de España, María Jesús Montero, ha hablado este mediodía de la entrada en acción de la “alta diplomacia” para comenzar a arreglar las cosas. Marruecos, lo pudimos leer entre líneas en la primera de las dos notas emitidas por su Ministerio de Exteriores ayer, quiere “gestos” de España como los que ellos –y así lo recordaron en el comunicado de ayer- tuvieron con sus vecinos del norte en importantes momentos de la historia reciente.

Marruecos anuncia el regreso de los menas

Al cierre de este texto, las autoridades marroquíes no se habían pronunciado sobre la decisión del juez respecto al líder de la organización independentista saharaui, aunque parece que no tardarán demasiado en hacerlo. Citado por el digital Medias 24, el presidente del Club de abogados de Marruecos, Mourad Elajoutti, calificaba el proceso contra Ghali “de auténtica mascarada”.

Sí ha habido, en cambio, una comunicación conjunta de los Ministerios de Exteriores e Interior marroquíes -en torno a las cinco de la tarde- respecto al problema de los menores no acompañados, que apunta directamente a la crisis de Ceuta. Marruecos es consciente del daño de imagen sufrido por las imágenes en la frontera del Tarajal. En la nota se afirma que el rey Mohamed VI ha instado repetidamente a “resolver definitivamente la cuestión de los menores marroquíes no acompañados, que se encuentran en situación irregular en algunos países europeos” y subrayado “el compromiso claro y firme del Reino de Marruecos de aceptar el retorno de los menores no acompañados debidamente identificados”.

En la nota se asevera además que Rabat ha establecido “mecanismos de cooperación con algunos países, en particular Francia y España, que han permitido el retorno a Marruecos de varias decenas de menores” y que “la lentitud en la aplicación de esta cooperación se debe esencialmente a los complejos procedimientos de algunos países europeos”. Por último, se advierte en el comunicado que el país magrebí es el primer afectado “por ciertos círculos de la sociedad civil, e incluso redes criminales, que utilizan las llamadas condiciones precarias de los menores como pretexto para explotarlos”.

Marruecos quiere “gestos” de “solidaridad” de España

Rabat sigue esperando de España un gesto de distensión que solo puede tener al Sáhara Occidental como protagonista. El objetivo del primero de los dos comunicados emitidos ayer por la Cancillería marroquí era dejar constancia –por si quedaban dudas- de que la crisis abierta entre los dos países desde hace semanas no tiene su origen en un problema migratorio, sino de la ruptura de la “confianza entre socios” en torno a la cuestión del Sáhara Occidental. “El fondo de la crisis es una cuestión de segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara, una causa sagrada de todo el pueblo marroquí”, constaba en el texto.

Asimismo el texto avisaba de que la salida de Ghali o su comparecencia ante el juez tampoco servirán por sí solas para superar el momento: “Las legítimas expectativas de Marruecos van más allá. Comienzan con una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones”.

La nota recordaba además el apoyo de Rabat a Madrid durante la crisis catalana, al posicionarse inequívocamente del lado de la integridad territorial española, los resultados de la lucha conjunta contra la inmigración ilegal y el terrorismo, la cooperación en materia pesquera y cómo Marruecos ha ofrecido oportunidades laborales a ciudadanos españoles a raíz de la crisis de 2008.

Y, con una rapidez y en un formato poco habitual, solo horas después del primer comunicado, desde Rabat se volvía a hacer pública una nota dirigida a las autoridades españolas. Esta vez para responder directamente al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, quien había afirmado que “si lo que se está diciendo por parte del ministro de Asuntos Exteriores marroquí es que ha utilizado la inmigración, es decir, el asalto a las fronteras españolas por parte de más de 10.000 marroquíes en 48 horas, por desavenencias en política exterior, a mí me parece inaceptable y por tanto rechazo esa declaración”.

El comunicado, mucho más breve y dirigido directamente al jefe del Ejecutivo español -fuente de pocas simpatías a este lado del Estrecho-, aseguraba que “no sabemos a qué declaración marroquí se refiere el Señor Presidente del Gobierno español”. Ninguna de las últimas declaraciones de los responsables diplomáticos marroquíes, continuaba el texto, “menciona en absoluto la cuestión migratoria”.

“Mientras no haya un reajuste de las posiciones españolas respecto al Sáhara o al menos un regreso al statu quo previo a noviembre de 2020, las aguas no volverán a su cauce”, advierte a NIUS el consejero diplomático marroquí Samir Bennis. “Lo que Marruecos exige de España es que no adopte medidas que dañen sus intereses estratégicos. España ha faltado a su compromiso cuando el paradigma internacional respecto al Sáhara ha cambiado”, subraya el experto en relaciones hispano-marroquíes.

Con un sentir similar se manifiesta la hispanista tangerina Randa Jebrouni a NIUS. “España, nuestro aliado en la Unión Europea, como dijo Pedro Sánchez últimamente, debía contribuir a resolver este problema apoyando la propuesta de nuestro país del estatuto de autonomía avanzada para el Sáhara. Marruecos apoyó la integridad de España y lo mismo tiene que hacer España”.

A la espera de que la “alta diplomacia” dé sus frutos, Marruecos y España parecen, más que nunca, hablar idiomas distintos. A tenor del anuncio hecho público por Rabat esta misma tarde, las autoridades marroquíes se harán cargo del millar de menas que se encuentran aún en Ceuta –también, se entiende, de los de Canarias-, con lo cual se abre una ventana de cooperación entre los dos países en la materia. Quizás un primer paso hacia la ruptura de la tendencia endiablada de las últimas fechas.