Las tres mujeres, de entre 30 y 40 años, fueron atadas y colocadas encima de una placa de aluminio hirviendo tras haber sido acusadas de acabar con la vida de un vecino de la aldea mediante brujería, tal y como informa Radio NZ.
Un testigo de los hechos indicó que las mujeres fueron torturadas repetidamente mientras les preguntaban sobre el papel que habían tenido y sobre las acusaciones vertidas contra ellas en relación a la muerte del hombre.
El mismo testigo también explicó que la policía no pudo intervenir en el momento de los hechos. Tras ello, las tres mujeres torturadas y acusadas de brujería fueron trasladas al hospital de Mendi, capital de la provincia de Southern Highlands. Allí, una de ellas falleció y las otras dos continúan luchando por sobrevivir, aunque están en estado grave.