Detenida una sanitaria como sospechosa del asesinato de ocho bebés en Reino Unido

Informativos Telecinco 03/07/2018 14:51

Una trabajadora del Hospital Countess of Chester en Liverpool (Reino Unido) ha sido detenida como sospechosa del asesinato de un total de ocho bebés y de haber intentado matar a otros seis.

Las autoridades investigan la muerte de hasta 17 niños y otros 15 casos no mortales en el mismo centro entre 2015 y 2016. Han confirmado este martes que han arrestado a una "profesional de la salud" y que está siendo interrogada como sospechosa, según informa Daily Mail.

Examinando el cuidado de 32 bebés de la unidad natal del hospital, los agentes han podido avanzar un paso más en la investigación que, tal y como describen, puede ser de "alta complejidad y muy sensible" para los parientes de los bebés fallecidos.

"Es un momento extremadamente difícil para los familiares y es importante recordar que hay varias familias en duelo que buscan respuestas sobre lo que les sucedió a sus hijos ", han declarado fuentes policiales.

El proceso de investigación se produjo después de que un informe del Royal College of Pediatrics and Child Health (RCPCH) no pudiese encontrar una razón que explicara el aumento de las muertes de bebés entre junio de 2015 y junio de 2016.

Dicho archivo mostraba significativas faltas de datos en las tasas médicas y de enfermería, coberturas insuficientes de los doctores, la mala toma de decisiones y la renuencia de algunos miembros del personal a buscar el consejo de sus colegas; según publica el medio británico.

Los resultados demuestran que, mientras que solo se produjeron dos muertes en la unidad natal en 2013 y tres en 2014, la cifra asciende a ocho muertes en 2015 y en junio del año pasado ya eran cinco.

Melanie and Patrick Robinson, padres de uno de los bebés que perdieron la vida en el Countess of Chester, ya manifestaron su descontento con el personal del centro: "Nosotros confiamos en los doctores para cuidar de Noah, pero ellos no hicieron lo que se suponía que debían hacer...Estamos tremendamente decepcionados con el personal del NHS".

Tras las indagaciones pertinentes, averiguaron que la muerte del pequeño Noah se produjo después de que los médicos introdujeran por error un tubo de respiración en su garganta, que conectaba con el estómago; cuando debería haber llegado a su tráquea.

También han revelado que los doctores encargados del bebé no atendieron a las señales de emergencia que alertaban de que parte de los equipos médicos estaban fallando, según las investigaciones policiales.