Se presentó como "un auténtico James Bond", prometiendo "mover cielo y tierra" para encontrar a Madeleine. La familia McCann no lo dudó y depositó en él todas sus esperanzas.
Kevin Halligen, el supuesto 'agente privado', pidió a los McCann 330.000 euros de los fondos de la 'Fundación Madeleine' para sufragar los gastos de la investigación, según publica 'The Times'.
La táctica de Halligen sería rastrear imágenes vía satélite y el listado de llamadas telefónicas localizadas en el Algarve la noche de la desaparición de la menor.
Fuentes cercanas a la familia McCann aseguran que lo "único que recibimos fue una foto de Google Earth".
La 'Fundación Madeleine' comenzó a recibir informes de diferentes detectives privados en los que puntualizaban que no habían cobrado por el trabajo solicitado por Kevin Halligen. A uno de los afectados se le adeuda más de 100.000 euros.
Halligen retiraba en efectivo grandes cantidades de dinero de los fondos paras pagarse hoteles cinco estrellas, viajes en primera clase y todos sus lujos.
Este supuesto agente está en paradero desconocido. Fue visto por última vez en el hotel Royal Crescent de Bath (Inglaterra).