"El trágico suceso me ha dejado roto el corazón", escribe Melissa en su carta a The Advertiser. "La pérdida de mis hijos y mi marido me ha dejado sólo recuerdos preciosos. No importa la forma en que haga frente a mi dolor, no pasa ni un solo día sin que mis hijos estén en mis pensamientos.
"Sería muy fácil dejarme consumir por la trágica historia y las preguntas de por qué y cómo. Pero estas son preguntas que nadie puede responder, ni entender".
Y añade: "El pasado devastadoramente no se puede cambiar. Ahora tengo que apreciar los buenos recuerdos para seguir hacia delante".
El marido de Melissa, Damien, llevó a sus hijos, Koda, de cuatro años, y Hunter, de 9 meses, a un restaurante de comida rápida, en lo que fue una visita totalmente normal. Después disparó a sus hijos en el interior de su coche y condujo hasta suicidarse al hundir su coche en el agua en Port Lincoln, Australia.
La mujer, de 30 años, ha vuelto a su trabajo de profesora de niños pequeños, en su intento de tirar hacia delante manteniendo vivos sus recuerdos. Melissa ha decidido escribir un libro para “ayudar a los menores a entender el dolor” porque, asegura, los amigos de su hijo de cuatro años no comprenden por qué Koda no está.