En declaraciones al periódico 'General-Anzeiger', dentro de una entrevista que se publicará este viernes, la canciller ha subrayado que "no todos los que una vez combatieron por los talibán" suponen un obstáculo "en el camino hacia la paz". "Muchas de estas personas pueden y deberían contribuir a un futuro de paz", ha destacado, marcando como condición que rompan con su pasado de violencia.
Merkel, que la próxima semana se verá con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha admitido que no todos los insurgente quieren deponer las armas, pero hay algunos "moderados" que "están dispuestos a cooperar".
La próxima semana, Bonn acogerá una cumbre sobre Afganistán a la que asistirán representantes de más de 90 países. "Con la conferencia de Bonn, queremos hacer que todos los países de la región entiendan que un Afganistán pacífico y estable es lo mejor para ellos", ha asegurado.
Por este motivo, ha lamentado "mucho" la ausencia de Pakistán, que ha decidido no asistir al foro en protesta por el ataque transfronterizo de la OTAN en el que murieron 24 militares paquistaníes. "Seguiremos esforzándonos para que Pakistán se implique en todos los esfuerzos para un mejor futuro para Afganistán", ha sentenciado Merkel.
Alemania es el tercer país con más efectivos dentro de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), donde cuenta con unos 5.000 soldados. Merkel ya ha adelantado que algunos soldados y policías alemanes podrían quedarse en el país asiático más allá del plazo de 2014 contemplado para el repliegue, en un intento por ayudar en la formación de las fuerzas de seguridad locales.