"Aproximadamente un millón de personas han estado al borde de la miseria. Quizás, un millón más, tienen necesidades humanitarias urgentes debido al gran impacto que ha tenido la crisis en la economía del país y en el sustento de estas personas", ha declarado Amos a los medios en Damasco.
"En marzo, estimamos que un millón de personas necesitarían ayuda. Ahora, dos millones y medio necesitan asistencia y nosotros estamos trabajando para mejorar nuestro plan (de ayuda) y financiamiento", ha añadido.
Esta semana tras su encuentro en Siria con el primer ministro del país, Wael al Halki y otros altos cargos, instó a las fuerzas gubernamentales y a los rebeldes a hacer más para proteger a los civiles.
Amos ha visitado a familias desplazadas en Damasco y ha enfatizado que "sus necesidades sanitarias, alimentarias, de agua, de alojamiento están aumentando". Además, ha precisado que la ayuda humanitaria de emergencia de Naciones Unidas y de otras organizaciones está limitada por la inseguridad en la zona, las restricciones en las operaciones que se están realizando y la falta de financiación.