La propuesta de reforma debe ser aún negociada en la Comisión de reformas institucionales y estaba prevista para más adelante, pero Di Rupo intentará acelerar los cambios tras la reciente polémica por la forma en que la reina Fabiola gestiona su patrimonio, según explica la prensa local.
El objetivo de esta reforma es reforzar la transparencia, ya que habría un control por el Tribunal de Cuentas y un informe anual sobre la actividad de la familia, pero también despejar el posible conflicto de intereses que se puede producir ahora.
Hace pocos meses, la reina Fabiola, viuda de Balduino, tuvo que disolver su fundación tras ser acusada de crear esta organización para evitar que sus herederos tuvieran que declarar al fisco lo heredado.
Según informan los medios belgas, en la actualidad los miembros de la Familia Real ya responden ante hacienda cuando se trata de ingresos o bienes privados, pero existen lagunas para establecer qué es privado y por tanto está sometido a impuestos y que es público, y por extensión libre de gravamen.
Además de pagar impuestos, la propuesta de Di Rupo contempla otros cambios para que las arcas públicas sólo reserven una dotación al príncipe o princesa heredera, al cónyuge que sobreviva al Rey o la Reina, al cónyuge viudo del heredero y al soberano retirado de sus funciones. En cualquier caso, estas asignaciones serían "incompatibles con el ejercicio de cualquier otra función remunerada", advierte la prensa.
También contempla que se reserven "compensaciones" para los familiares de la Familia Real que no reciban una asignación concreta, pero que sí participen cuando se les es solicitado en misiones de representación, por ser de interés general.