Jason Ketley, que permanecía ingresado en el hospital residencial del servicio nacional de salud por sus deficiencias psicológicas, fue mordido por una rata en su propia cama. Según informa el diario Daily Mail, las enfermeras del centro solo se dieron cuenta de la presencia del animal cuando tropezaron con el paciente paseando por el pasillo con la rata colgando del cuello.
Los operarios del centro le quitaron el animal de encima y lo mataron, pero Jason se quedó con una docena de mordeduras graves en el hombro y el cuello. El centro informó a los padres de lo sucedido aunque, posteriormente, cambiaron la versión de los hechos afirmando que sólo se trataba de un ratón de campo.
"Tiene problemas para comunicarse"
"Cuando vi las mordeduras supe que se trataba de una rata", explica su madre al citado diario, "tenía profundas marcas de dientes en el hombro. No podía creer que una rata corriera libre por el hospital. Estaba sedado cuando se produjo, Dios sabe cuanto tiempo estuvo la rata royéndole el cuerpo".
"Él estaba completamente indefenso y alguien debería haber estado vigilándole porque tiene problemas para comunicarse y sufre en silencio", se lamenta la madre de Jason.
Al día siguiente de descubrir las mordeduras, el paciente fue trasladado al hospital general de Epsom donde fue vacunado contra la difteria, el tétanos y la poliomielitis.
Ahora, la familia de Jason ha impuesto una denuncia formal y estudia demandar al centro ante los tribunales.