Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Santiago y Valencia son las ciudades elegidas para exigir una investigación independiente que esclarezca los hechos, para honrar la memoria de los 30 fallecidos en el ataque y para recordar a las miles de personas que se han quedado sin la posibilidad de atención médica especializada en Kunduz y alrededores desde el bombardeo.
El ataque al hospital, que duró más de una hora, tuvo lugar el 3 de octubre. Acabó con la vida de 30 personas, entre trabajadores humanitarios y pacientes, y causó 37 heridos.
Estados Unidos inició una investigación oficial, pero Médicos Sin Fronteras exige desde entonces "una investigación independiente y transparente que esclarezca los hechos, ya que dicho bombardeo ha violado el Derecho Internacional Humanitario".
El hospital bombardeado era el único especializado en trauma en la zona norte de Afganistán. Contaba con más de 400 trabajadores y ofrecía atención quirúrgica, postoperatoria y de rehabilitación.