MSF alerta del riesgo de que el sarampión salte desde Katanga a otras regiones del este de la RDC

EUROPA PRESS 02/01/2016 08:29

La epidemia de sarampión que ha afectado durante el último año a la región de Katanga, en el este de República Democrática del Congo (RDC), ha expuesto las debilidades del sistema de salud local y amenaza ahora a otras zonas del país africano, según Médicos Sin Fronteras (MSF).

Desde que comenzó 2015 y hasta finales de noviembre, en Katanga se habían registrado más de 39.000 casos de sarampión y casi medio millar de muertes. Las cifras, sin embargo, podrían quedarse cortas, en la medida en que los datos de algunas zonas se han ido conociendo posteriormente.

La enfermedad se ha cebado especialmente con los niños más pequeños. Más del 77 por ciento de los menores afectados tienen entre uno y cinco años y el 88 por ciento de los niños fallecidos figuraban dentro de este rango de edades.

La coordinadora de emergencias de MSF en Katanga, Caroline Voûte, ha alertado de que, aunque la epidemia está remitiendo en Katanga --con "una extensión similar a la de España"--, ahora "la mayor preocupación" tiene que ver con los casos que "siguen apareciendo" en la mayor parte de las regiones del este de la RDC.

"Hay un riesgo grande de que aparezcan nuevos brotes y todos somos conscientes de ello. No debemos olvidar que la República Democrática del Congo lleva experimentado una situación de epidemia continua desde 2010", ha alertado Voûte, según una nota de MSF en la que la ONG repasa esfuerzos muchas veces "frustrantes".

En este sentido, la organización ha lamentado que se sigan destinado grandes recursos humanos y financieros para luchar contra una enfermedad fácilmente prevenible mediante la vacunación. Voûte ha subrayado que sólo mediante la mejora de las "vacunaciones rutinarias" se podrán evitar la aparición de nuevos brotes.

MSF ha vacunado a casi un millón de niños de entre seis meses y 15 años y ha dado apoyo a otros 30.000 sólo en Katanga, que ya sufrió en 2011 una epidemia similar. Entonces, los equipos de la ONG inmunizaron a 2,1 millones de niños, pero ahora la situación es "casi la misma".

ATENCIÓN A ENFERMOS

Las críticas de la ONG se extienden también al tratamiento de las personas enfermas, toda vez que parece no ser una "prioridad" para las autoridades congoleñas. A esto se suma un sistema de salud bastante "desértico", con "insuficiencias crónicas" que se agudizan en zonas rurales y que afectan tanto a los medicamentos como al personal.

MSF ha recordado, además, que el sarampión no es la única amenaza que sobrevuela a la población local. En la zona de Manono, por ejemplo, el nivel de desnutrición severa supera el 10 por ciento en ciertas áreas y el 90 por ciento de los niños hospitalizados sufre también malaria.