Muere el policía herido en el asalto a un puesto fronterizo de Serbia

Un agente de Policía murió el martes después de resultar herido en un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad de Kosovo y los guardias fronterizos de Serbia cuando las primeras intentaban hacerse con el control de dos puestos de control.

El fallecido recibió un disparo en la cabeza cuando se inició el enfrentamiento en la zona bajo administración serbia. Otro agente resultó herido por la explosión de una granada, pero su vida no corre peligro.

El lunes por la noche, efectivos de las fuerzas especiales de Kosovo intentaron tomar el control de dos puestos fronterizos. Consiguieron tomar el primero, pero las fuerzas de seguridad serbias consiguieron bloquear la carretera que discurre hasta el segundo.

El primer ministro, Hashim Thaci, ordenó el ataque después de que la semana pasada prohibiese la importación de productos serbios. "No podemos permanecer indiferentes y tolerar que una parte de nuestro territorio sea un agujero negro", explicó Thaci. "No podemos tolerar que se viole nuestra soberanía", añadió.

Por su parte, Oliver Ivanovic, secretario de Estado serbio para Kosovo, señaló que "esta situación es muy peligrosa". "No pueden tomar el control de la zona a menos que desplieguen entre 2.000 y 3.000 agentes de Policía, los cuales no tienen, y ante el cual responderemos", añadió.

Las tropas de la OTAN siguen patrullando Kosovo una década después del fin de la guerra para actuar como mediadores entre ambas partes, según el portavoz de la organización Hans Dieter Wichter. "Hemos desplegado muchos efectivos en todas las zonas para calmar la situación", indicó. "Si hubiese violencia, intervendríamos", añadió.

RECHAZO DE LA UE

Por su parte, la Unión Europea "no aprueba" la operación que las fuerzas de seguridad kosovares llevaron a cabo la pasada noche en la frontera con Serbia porque considera que esta acción "no es útil" en el marco de los esfuerzos por normalizar el diálogo entre Prístina y Belgrado.

"Creemos que la operación que fue llevada a cabo por las autoridades kosovares no fue útil y no se consultó ni con la Unión Europea ni con la comunidad internacional. No la aprobamos", ha declarado en rueda de prensa Maja Kocijancic, portavoz de la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Catherine Ashton.

La portavoz ha recalcado que "ahora es necesario que la situación se calme" y las partes vuelvan "a dónde estábamos" antes de que comenzaran los incidentes. En marzo de este año, la Unión Europea impulsó un diálogo entre las partes para tratar de normalizar sus relaciones, aunque los contactos han sido pospuestos a septiembre.

"El diálogo entre Belgrado y Prístina debe ayudar a encontrar las soluciones adecuadas para que el comercio pueda realizarse libremente en los dos sentidos", ha declarado en rueda de prensa. El Departamento de Estado de Estados Unidos también criticó esta operación e instó a las partes a mantener el diálogo.

Serbia perdió el control de Kosovo, una región de 1,7 millones de personas, en 1999 tras las operaciones militares de la OTAN que pretendían detener los asesinatos de albaneses por parte de fuerzas serbias. Existen fuertes tensiones en la parte norte del país, donde alrededor de 60.000 serbiokosovares no reconocen la autoridad de Pristina.