En respuesta, el Ejército de Turquía ha realizado disparos de artillería contra las posiciones de la formación extremista en el norte del país, destruyendo dos plataformas de lanzamiento y dos vehículos blindados, según ha informado el diario local 'Hurriyet'.
Kilis, ubicada en la frontera sur de Turquía, ha registrado incidentes de este tipo de forma recurrente desde principios de año. Los ataques han dejado ya 20 muertos y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró el miércoles que su país seguirá respondiendo a estas agresiones.
Las fuerzas turcas suelen disparar contra territorio sirio en respuesta a los ataques contra Kilis, algo que ha vuelto a ocurrir este jueves y ha dejado cuatro milicianos muertos. Según la agencia estatal Anatolia, alrededor de 370 miembros de Estado Islámico han muerto como consecuencia de estos bombardeos.