Coincidiendo con la luna llena, en Changnuyong, provincia de Gyeongsang, al sur de Seúl, celebran todos los años la quema de la hierba, una fiesta tradicional que esta vez ha acabado en tragedia.
La celebración, a la que asistían más de 30.000 personas, era vigilada por 300 policías que poco pudieron hacer cuando el viento comenzó a soplar. Debido al fuerte viendo que soplaba en la zona, las llamas se extendieron rápidamente en un monte donde tenía lugar la fiesta pocos minutos después de que la organizadores iniciarán una quemada controlada.
Cinco turistas han muerto y 70 personas han resultado heridas por quemaduras. La policía no descarta que la cifra de muertos aumente ya que varios de los heridos se encuentran en estado crítico.
Las autoridades de Changnuyong ya han anunciado que suspenderán definitivamente esta fiesta, que se celebraba bajo el riesgo de incendio y otros problemas de seguridad. IM