Ocho civiles han muerto en un bombardeo de la OTAN en la provincia de Helmand, sur de Afganistán, según ha informado el comisario Shidi Jan del distrito de Nad Ali.
Antes, insurgentes habían atacado a las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) desplegadas en la zona. Las víctimas eran de una misma familia que recientemente había huido de la vecina provincia de Uruzghan.
Desde la ISAF han confirmado el ataque de represalia. "Poco después de que las fuerzas de la coalición recibieron informaciones de que civiles habían sido capturados por insurgentes y que podrían estar presentes durante el ataque aéreo", admite un portavoz. Un equipo de la coalición se reunió con dirigentes locales, y la ISAF investiga ahora los hechos.
El balance de muertes civiles en Afganistán no hace sino aumentar respecto al año pasado. En los seis primeros meses del año han muerto 1.462 civiles en incidentes relacionados con el conflicto, un 15 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, según la misión de la ONU (UNAMA), que atribuye el 80 por ciento de estas muertes a la actividad insurgente.