Las fuerzas del Gobierno dispararon con fuego real y causaron la muerte de los tres civiles, según informaron los organizadores de las protestas y trabajadores de la salud. Al menos doce civiles, soldados y combatientes opositores han perdido la vida en Taiz en los últimos días.
Entre los doce muertos figuran cinco civiles caídos durante un intenso bombardeo de las fuerzas del presidente, Alí Abdulá Salé, contra algunos distritos de esta ciudad situada a 200 kilómetros de la capital, Saná. Los manifestantes de Taiz están rodeados por las tropas leales a Salé y por las milicias tribales y los militares renegados opuestos al Gobierno.
Mohammed Basindwa, el antiguo ministro de Asuntos Exteriores designado por los partidos de la oposición para presidir el gobierno de transición, ha advertido de que podría pensarse su participación en el proceso si no se pone fin a la matanza de Taiz.
En un comunicado, Basindwa denunció que los hechos de Taiz son "un acto intencionado cuyo objetivo es hacer naufragar el acuerdo" firmado por los partidos opositores y por Salé, con los auspicios del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, para poner en marcha un proceso de transición cuyo primer paso sería la dimisión del presidente.