Casos como el de este joven de los Países Bajos “son muy raros” y precisamente por eso, dicen los médicos, no se conocen muy bien las consecuencias de inhalar desodorantes.
La sustancia química tóxica usado en productos de uso doméstico pueden tener un efecto similar al del alcohol, según explica el doctor Kelvin Harvey Kramp, del Hospital Maasstad en Rotterdam. A veces, también pueden producir daño hepático y renal, pérdida de audición. Retraso en el desarrollo del comportamiento y daño cerebral. Su efecto suele ser rápido y de acción corta. Por eso lo buscan personas como este joven que falleció, con ciertos problemas de adicción.
De hecho esta persona estaba en un centro de rehabilitación tratándose por su adicción al cannabis y a la ketamina. El pasado julio se puso una toalla en la cabeza e inhaló el desodorante. Entró en un estado de hiperactividad, saltando sin parar hasta que le dio un paro cardíaco y colapsó, según el informe de BMJ.
En el hospital no pudieron reanimarlo y le indujeron al coma. Días después le retiraron el soporte vital y murió.
Los médicos han dado a conocer este caso para concienciar a la gente, especialmente a los jóvenes, de los riesgos de inhalar estos productos. Muchas veces, según informa la CNN, son las personas que están en centros de rehabilitación y cárceles quienes más recurren a estas sustancias de uso doméstico porque no tienen acceso a otras.