Cinco personas han muerto por la explosión de una bomba y otra persona más ha sido asesinada a tiros este viernes en la provincia de Narathiwat, en el sur de Tailandia, una región castigada desde hace siete años por la violencia derivada de conflicto separatista.
Presuntos insurgentes musulmanes han detonado una bomba enterrada en un camino cuando pasaba un camión en el que seis voluntarios de defensa se dirigían al lugar donde anoche un hombre budista que trabajaba el caucho fue asesinado a tiros en una plantación. Cinco de los voluntarios han fallecido y el sexto ha sufrido heridas graves.
Los rebeldes suelen realizar tiroteos para atraer a las fuerzas de seguridad a un lugar concreto y tenderles una emboscada. Entierran bombas en caminos, carreteras o cerca del lugar del crimen y las detonan cuando se acercan policías o soldados.
Cuatro soldados resultaron heridos en un incidente similar ocurrido este jueves en la provincia meridional de Yala al explotar una bomba bajo su vehículo cuando se dirigían al escenario de un tiroteo en una localidad donde un hombre y su hija de cinco años habían sido asesinados.
Más de 4.600 personas han muerto desde enero de 2004 a causa de la violencia en las provincias tailandesas de Yala, Pattani y Narathiwat, cuya población es mayoritariamente musulmana. Formaron parte de una región malaya musulmana hasta 1909, cuando Tailandia (entonces conocida como Siam) se las anexionó.